miércoles, 17 de octubre de 2018

Soñamos con lo que no tenemos



¿Por qué hoy más que nunca nos resulta tan difícil relacionarnos con los demás?

Llevo más de 20 años trabajando con parejas, analizando qué nos acerca y separa de los otros y voy en busca de la humanidad, aquellas claves que nos hacen sentirnos más cerca afectivamente de los otros.

Imagina que tienes un barco, tú eres el capitán, te planteas elegir un rumbo que te lleve a tus sueños, entonces te das cuenta que no sabes cuál es tu sueño, entonces navegas simplemente.

Además te das cuesta de que no sólo no sabes cuál es tu sueño, si no que no te conoces lo suficiente, entonces no sólo navegas sin rumbo fijo, si no que no tienes brújula y acaba llevándote a la deriva, porque nuestra brújula como dice Álex Rovira es interior.

Es fundamental el conocimiento de uno mismo y aprender a valorarse como persona.

Si estás bien contigo estás bien con los demás!

Uno de nuestros mayores obstáculos es la comunicación la capacidad de expresar realmente lo que quiero y siento.

Hoy en día estamos más conectados que nunca y hablamos a cualquier hora desde cualquier lugar del mundo, si bien podemos decir que comunicamos más, los problemas de entendimiento a veces son mayores.

Qué nos falla entonces a la hora de comunicarnos con el otro?

En primer lugar, la capacidad de expresar lo que sentimos: seguimos llenos de miedos, al rechazo, a la no aceptación, al fracaso, a hacer el ridículo, a que el pasado se repita.

Muchos de nosotros carecemos de las habilidades necesarias para gestionar nuestras emociones, creemos que somos racionales y que no es necesario escuchar al corazón o a las emociones.

Luego al no ser capaces de expresar lo que sentimos, nos lo guardamos y esperamos que sea el otro el que adivine qué siento, mostrando disgusto o enfado cuando el otro no es capaz de sentir lo que nosotros sentimos.

O somos capaces de expresarlo, pero no de la mejor manera, sustituyendo unas emociones por otras o de forma no asertiva.

En segundo lugar, las expectativas, qué espero yo del otro?

Nos encantaría que el otro pensara y sintiera igual que nosotros, pero nada más lejos, la razón porque somos seres únicos y pensamos muy diferente.

En tercer lugar, tus sueños no son sus sueños!

Cada uno busca aquello que le hace feliz y lo que nos hace felices a nosotros no tiene por qué hacer feliz al otro.

Por último, nuestras heridas.

Cada uno de nosotros tenemos un pasado y aunque pensamos que ha quedado atrás, luego te das cuenta de que no es así y a veces el otro nos mueve algo por dentro, nos recuerda a quién nos hizo daño, tendemos a pensar que será igual y que nos hará daño, por eso lo rechazamos.

Soñamos con lo que no tenemos!!!


domingo, 9 de septiembre de 2018

Sopa de pollo para el alma


A veces nos preguntamos sobre la receta de la felicidad.

A lo mejor la respuesta esra en la sopa de pollo.
Cuando enfermamos necesitamos en ocasiones, un buen caldo de pollo, una sopa de pollo calentita en invierno, que nos reconforta y nos ayuda a sentirnos mejor.
Recibimos nuestra sopa cuando enfermamos.

Y si fuéramos regalando sopa de pollo para el alma, no seríamos más humanos?

Imaginemos que sentimos la tristeza de las personas, su ansiedas o angustia, o su infelicidad.

Y si le regaláramos sopa de pollo para el alma?

Pensemos en sus ingredientes:

1. Palabras bondadosas, entendiendo por las mismas aquellas que cuando se escuchan dan sentido a nuestra existencia.

2. Caricias y besos, necesitamos sentirnos cerca de los demás, las caricias nos reconfortan , liberamos oxitocina y nos une a los demás.

3. Un abrazo, de esos que te dejan sin respiración, uniendo corazón con corazón, permitiendo expresar lo que sentimos.

4. Sentir lo que el otro siente.
Estar conectado desde las emociones, a través del reconocimiento de las emociones del otro, función de las neuronas espejo.

Si ofrecemos sopa de pollo para el alma, no solo nos sentimos bien con nosotros mismos, si no también con los demás.

A veces son cosas sencillas que podemos hacer para cobsecons que las personas se sientan mejor.

Estás pequeñas cosas nos hacen sentir más humanos.

Empecemos a cocinar!!!


sábado, 18 de agosto de 2018

Sanar el alma: justicia restaurativa


Los Psicólogos sabemos mucho de corazones rotos, de vidas truncadas, de doler el alma. 

Cuando nos duele el corazón nos duele el alma.

El alma ha sido estudiada por los antiguos filósofos Platón, Sócrates, Aristóteles, hablaban del alma, se dieron cuenta que la mente y el cuerpo son uno, que en el corazón reside el alma.

Muchas canciones hacen referencia al alma "algo me duele en el alma cuando un amigo se va".

Lo emocional y lo espiritual se encuentran juntos, luego el dolor no desaparece si no se sana el alma.

En mediación cuando hablamos de justicia restaurativa debemos de tener en cuenta que necesitan las víctimas, el derecho a ser escuchadas y el derecho a saber.

En estos 20 años de profesión he escuchado decirles que necesitan tener respuesta a una pregunta, "por qué yo" es una pregunta recurrente, necesitan saber si fueron elegidas al azar o por el contrario había otra razón.

Por otro lado, la mayoría no buscan indemnización económica, buscar repar su daño, reparar su corazón o el alma.

Algunas buscan que mes pidan perdón, otras el arrepentimiento, pero sobretodo el derecho a saber por qué se han convertido en víctimas, por qué se les ha ejercido tanto daño.

Sean las faltas o delitos que sean las preguntas sin respuesta, siempre afectan a las víctimas.

Pero con delitos graves, homicidio, agresiones sexuales, agresiones fisfísi, violencia de género, el deseo de conocer y la necesidad de restaurar el daño, es fundamental.

Su importancia reside en el corazón o también en el alma, las heridas se quedan abiertas y tardan más en cicatrizar si no hay respuestas, si no tienen la oportunidad, una vez empoderararme de obtener respuesta, si no se reconoce su daño y en ocasiones se les pide con arrepentimiento perdón.

Entonces sin la otra parte, la herida sangra y es difícil la curación del alma. Sin entendimiento no hay curación.

El alma es espíritu, es la libertad de la persona, es la oportunidad de a pesar del dolor poder seguir adelante.

Sin respuestas, la herida no cicatriza y el alma no sana.

Desde la justicia restaurativa debemos de potenciar encuentros entre la víctima y el agresor, o una mínima comunicación para devolver el alma al corazón.

Desde la Psicología acompañamos en el dolor sabiendo que el dolor es difícil de sanar, que las cosas que nos ocurren no las podemos olvidar y que lo que nos ocurre en la vida a veces es una inaceptable, pues no hay nada en esta vida que justifique ejercer dolor a alguien, queriendo o sin querer, lo que nos hace humanos es reconocer nuestros errores y pedir perdón. 

Sin entendimiento no hay curación.


lunes, 6 de agosto de 2018

La tristeza y la ira son emociones adaptativas


Normalmente hablamos de emociones positivas y negativas, pero lo cierto es que todas las emociones son adaptativas.

Nuestro cerebro está hecho para la supervivencia, por tanto las emociones nos ayudan a ser capaces de adaptarnos al entorno.

La tristeza es la emoción que sentimos ante una pérdida de un ser querido o ante una gran decepción.
Hoy en día sabemos que las personas podemos morirnos de pena, de ahí la necesidad de expresar lo que sentimos.
Llorar es la expresión de la tristeza y muchas veces no nos permitimos llorar porque nos preocupa lo que puedan pensar los demás sobre nosotros.

Es necesario llorar para expresar el dolor que sentimos dentro, de lo contrario podríamos tener problemas psicológicos en el futuro.

La ira es la otra emoción que debemos de aprender a gestionar.

Expresar ira nos ayuda a hacernos respetar ante aquellos que intentan aprovecharse de nosotros, alejandonos de aquellas personas que tratan de aprovecharse de nosotros.

Expresar ira cuando la sentimos nos permite no llegar a cometer actos agresivos y muy violentos en el futuro.

Por eso todas las emociones, incluso aquellas que pensamos que son negativas, son necesarias para nuestro bienestar psicológico.

La capacidad de gestionar las emociones es lo que nos hace humanos.

lunes, 16 de julio de 2018

El agradecimiento


Dice Manuela Martínez, catedrática de la Facultad de Psicología que para que el cerebro sea feliz es necesario el agradecimiento.

El agradecimiento es de esas cosas sencillas que cuestan muy poco de hacer y que en cambio se nos olvidan.

Agradecer implicar ser consciente de las pequeñas cosas que tenemos a nuestro alrededor y que esas pequeñas cosas son realmente las más importantes, las que nos hacen sentirnos más felices.

Agradecer es despertar en cada momento, es apreciar las cosas bellas que nos ofrece el día a día, el sol, la brisa, la lluvia.

Es dar gracias por existir, por ser capaces de cumplir años, por ver cada día un nuevo amanecer, por maravillarse por el canto de los pájaros, por sentir de nuevo cada vez que alguien sonríe o te abraza.

Agradecer es un acto de generosidad y que nos reporta el doble de lo que damos, agradecer es no esperar nada a cambio.

Cuando agradecemos a los demás su amistad, su simpatía, el trabajo que hacen, se sienten bien, pero nosotros recibimos mucho más a cambio y así lo percibe el cerebro, contribuyendo a segregar hormonas que estabilizan nuestro estado de ánimo.

Agradecer nos ayuda a apreciar lo que tenemos, a centrarnos en lo positivo, a aprender a focalizar en el momento presente, en el aquí y en el ahora. Por tanto nos permite disfrutar de cada momento de cada instante.

El agradecimiento al contribuir a la generación de emociones positivas, nos hace ser más resilientes ante las adversidades y genera mayores vínculos afectivos con los demás.

En estudio de Antonio Damasio los resultados indicaron mayor actividad cerebral en la corteza cingulada anterior y en la corteza prefrontal medial,  regiones cerebrales están asociadas con la cognición moral, los juicios de valor y la teoría de la mente. En conclusión, este estudio supone un gran avance en el conocimiento de los circuitos cerebrales implicados en la cognición moral y la emoción positiva que acompaña a la experiencia de estar agradecido por la buena voluntad de otras personas.

¡Un cerebro agradecido es un cerebro feliz!

domingo, 15 de julio de 2018

Las dos caras


El corazón elige quién debe de formar parte de nuestra vida, de manera instintiva envía mensajes a nuestro cerebro.

Son personas con las que rápidamente conectamos, existe una sinergia, conectamos por nuestros intereses y por nuestros valores.

Entendemos que existe un hilo que nos une y no importa la distancia, sabemos que nuestro corazón no se equivoca al elegir a las personas.

Aquellas que nos entran por el corazón serán las personas con las que queramos establecer una amistad o una relación personal.

Existen personas con dos caras, te dan una imagen, pero interiormente su imagen es muy diferente, sabrá entonces el corazón tomar la decisión más adecuada?

Lo cierto es que el corazón no se equivoca, su reacción va unido a la supervivencia.

Las relaciones surgidas desde el corazón son relaciones afectivas más saludables y más duraderas, el corazón está relacionado con la hormona del amor, segrega oxitocina, es la hormona del afecto, la hormona de la humanidad.

Es por ello que debemos de hacer caso a la toma de decisiones que hace el corazón.

Cuando existen dos caras, el corazón envía señales a nuestro cerebro que nos aleja de estas personas que no tienen transparencia a su parecer.

Debemos de aprender a escuchar lo que nos dice el corazón, nos garantiza relaciones afectivas basadas en el respeto, la admiración, el amor y el reconocimiento del otro.


viernes, 13 de julio de 2018

La sonrisa que acaricia el corazón


La sonrisa que acaricia el corazón es el amor por todas las cosas que vemos, tocamos y hacemos.

Es el descubrir un nuevo amanecer cada día, es mirar a través de unos ojos que no han visto nunca.

La sonrisa que acaricia el corazón es un gesto, es una mirada, es un te abrazo.

Cuando sobran las palabras, con una sola mirada se atraviesa el corazón.

La luz de tu risa, el susurro del mar, el resplandor que ilumina la ventana, todo acaricia el alma.

Cuando se acaban las palabras queda el silencio, el respeto por los otros, queda la ternura y la delicadeza, queda la suave brisa que te lleva.

La sonrisa que acaricia el corazón es aquella que te recoge en las noches frías, esa taza de café humeante que huele a dulzura.

La sonrisa que acaricia el corazón es un te respiro, te mimo y te sujeto, cuando la adversidad te atrape.

Yo seré tu faro en las noches de tempestad, yo seré el silencio en la tranquilidad, yo seré el camino por donde andar.

Yo soy quien te sonríe, te mira, te abraza, soy esa persona de las noches cálidas, soy ese café de amargura en boca, soy el amanecer después de la tempestad, soy el faro y el silencio.

Soy el corazón que te escucha, que te siente y te recuerda.

Soy el Amor por encima de todas las cosas.

La sonrisa que acaricia el corazón soy yo misma.

lunes, 9 de julio de 2018

Lobos vestidos de cordero: violencia de género




Estos días en las redes estamos manteniendo un debate en el que hablamos de si la Ley lo permitiese sería posible mediar en violencia de género.

Existen muchos tipos de violencia de género, es un tema muy difícil dada su complejidad y no se podría generalizar, pero es cierto que no sería mediable en el supuesto del maltrato psicológico realizado con un perfil psicópata.

Este agresor utiliza la manipulación y la maldad para conseguir su propio beneficio. No quieren a ninguna persona.

Vicente Garrido en su libro Amores que matan (2001) define al maltratador psicópata como aquel que miente de forma brillante y aparenta ser encantador. La capacidad de fascinar, de manipular, es una herramienta para conseguir sus intereses con las mujeres, es un interés instrumental, dado que los psicópatas no poseen la capacidad de enamorarse de ninguna mujer, se trata de lograr captarla por un objetivo, de explotarla, de exprimirla para conseguir sus fines. 

Emplean su característico encanto superficial, locuacidad, sus habilidades manipulativas y demás rasgos que le caracterizan para conseguir tener otras relaciones incluso teniendo pareja estable. Este tipo de psicópatas utilizan diversas tácticas tanto para cazar potenciales parejas como para quitarles la pareja a otros que les sirvan de relaciones breves y superficiales, como tácticas para la retención de estas parejas durante un tiempo más prolongado con el objetivo de obtener beneficios aun siendo infieles. 

Las fases que utiliza para conseguir su fin son:

1. Fase de acecho y seducción. En esta etapa usa la gran capacidad que tiene para encontrar y analizar los puntos débiles de los demás y fijar objetivos. Aborda a esa persona y la seduce a través de mentiras y su locuacidad creando así una falsa imagen de su persona ante ella. Generalmente busca personas con debilidades y propensas a caer en sus engaños.

2. Fase de aislamiento y cosificación de la víctima. La cara amable y seductora del psicópata va desapareciendo y aparece una actitud constante de aprecio/menosprecio, buscando un solo objetivo: la dependencia de la víctima.  Además está la tendencia a cosificar a la víctima, tratarla como un objeto lo que se realiza a través de la humillación. 

3. Fase de explotación: la fase anterior se intensifica y las agresiones son mayores, más graves y continuadas. Aumenta el menosprecio hacia la víctima desapareciendo casi por completo las muestras de aprecio. Usa las pocas muestra de afecto/aprecio para volver a atraer a su víctima que encontrándose en estado de confusión vuelve una vez más a creer sus mentiras y a confiar en el repitiéndose el ciclo. 

4. Fase de liberación, acoso y abandono. Uno de los dos abandona la relación. En esta situación lo más habitual es que con el tiempo el psicópata siga intentando mantener el contacto con la víctima y la acose, tratando así de que vuelva a entrar de nuevo en el ciclo.

El perfil de la víctima se caracteriza por:

1. Vulnerabilidad: mujeres con un estado emocional delicado

2. Fascinación: son frecuentes los halagos y los regalos

3. Absorción: Consiste en que todos los pensamientos de la chica giran sobre él. Su trabajo, sus proyectos, sus amigos, todo es ahora secundario. Su dependencia emocional camina hacia su punto más alto.

4. Explotación: fase en el que aparece el desconcierto de la víctima

5. Revelación y horror: la víctima se da cuenta de la persona que es. El agresor consigue la dependencia psicológica de la víctima, produciendo angustia y bloqueos emocionales.

6. Liberación del agresor.


Para su prevención es necesario detectar la presencia de micromachismos:

-los micromachismos utilitarios, de índole utilitaria.

-Encubiertos: el objetivo es ejercer dominio, llevan a las mujeres a coartar sus deseos y a hacer lo que no quieren.

-Manipulativos: silencio, aislamiento, malhumor manipulativo. Pseudocomunicación, es una comunicación defensiva- ofensiva, engaños y mentiras.

-Coercitivos: expoliar su pensamiento, su tiempo o espacio y restringir su capacidad de decisión.

Una de cada 5 mujeres sufren algún tipo de violencia de género.

Existen lobos vestidos de corderos, con un comportamiento social aparentemente normal, si detectamos cualquier tipo de actitud o comportamiento de estas características debemos de tomar precauciones.

El apoyo a la víctima, creer que lo que nos cuenta es cierto es fundamental para evitar una segunda victimización.

El debate sigue abierto.






lunes, 11 de junio de 2018

Mediación Familiar Preventiva


Haynes en su libro Fundamentos de la mediación familiar decía que había que devolver a la familia la capacidad de que ellos mismos resolvieran sus problemas.

Hace unos años tuve la ocasión de participar en un Congreso a puerta cerrada sobre crisis familiares en Madrid, desde diferentes profesiones analizábamos aquellos aspectos a mejorar en las relaciones familiares, para preservar la familia como institución social.

Cuando trabajas con familias y sobre todo con parejas, es necesario entre realizar terapia de pareja y realizar una mediación por separación o divorcio, algún otro mecanismo intermedio.

Las parejas acuden a mediación, en algunas ocasiones porque uno de ellos desea separarse, y me he encontrado que con el paso del tiempo, una parte no entiende las razones por las que el otro desea separarse. Esto es más frecuente en aquellas parejas que casi nunca discuten, pero tienen pocas posibilidad de expresar lo que sienten. Por lo que inicié, una fase cero de mediación preventiva., para analizar las razones de separación o divorcio, con el objeto de facilitar el entendimiento de la otra parte.

El resultado fue que algunas personas se separaron al comprender las razones y esto ayudó a facilitar el proceso de mediación, pero mi sorpresa inicial fue que otras parejas decidieron continuar con su relación.

Sabemos que todos los conflictos interpersonales son conflictos emocionales, por lo que debemos en caso de secuestro de la amígdala dar tiempo a las partes para bajar la intensidad emocional, dejando unas semanas para ello, pero no es conveniente que pase más de un mes. Entonces debemos de reunir de nuevo a las partes e iniciar el procedimiento preventivo o la mediación en sí misma.

Debemos tener en cuenta algunos mitos de resolución de problemas en pareja que puede afectar en la toma de decisiones correcta:

- "Debemos de darnos un tiempo", "pongamos distancia entre nosotros", esto sólo contribuye al distanciamiento de la pareja, no mejora la relación e incluso puede contribuir a la escalada emocional del conflicto, con el paso del tiempo.

- "Mejor no hablar, dejemos que se resuelva solo", sabemos que sólo existe una única forma para resolver conflictos, hablando sobre las emociones de cada uno de ellos, poniéndose en el lugar del otro y buscando soluciones que contribuyan a mejorar la relación.

- "Si esto es así, será porque el destino lo quiere", esto refuerza la idea de inactividad, al contrario las cosas nos pasan porque nosotros queremos que nos pasen, por lo que nosotros decidimos en cada momento qué hacer para resolver nuestros problemas.

- "Lo hablo con mi familia o con mis amigos", cada uno tiene su opinión de lo que es el problema o de cómo es el otro, pero sólo las partes pueden decidir por ellas mismas, ya que son sus emociones, lo que sienten, no el sentimiento de los otros.

Estos casos son objeto de mediación familiar preventiva, ya que suelen ponerse sobre la mesa algunas de estas creencias distorsionadas y al hablar las partes entre ellos, empiezan a caer los "deberías", los mitos, por lo que se produce el acercamiento entre las partes.

Siempre debemos de hablar las cosas, cuánto antes mejor, el "ya hablaremos" sólo puede contribuir a empeorar las relaciones, dejaremos un tiempo para bajar la intensidad emocional, facilitaremos el diálogo, es posible que surja el perdón entre ellos, o el entendimiento, o el reconocimiento del otro.

Hablando se entiende la gente, este es el mayor fundamento de la mediación!!!

Os dejo un enlace que espero os pueda interesar: 
https://www.youtube.com/watchv=i2koRXwXA80&list=PLM2LwRSDj2rp_tN8VIZ42ytOhgwRa5pF5&index=4&t=1s

sábado, 9 de junio de 2018

Qué papel juegan las emociones en un conflicto


¿Somos seres emocionales o racionales? 

Ante esta pregunta las repuestas suelen ser diferentes, algunas personas consideran que depende de las situaciones nos comportamos somos más o menos emocionales, en otras ocasiones contestamos quizá sea un 50% para cada una de ellas.

Lo que les llama poderosamente la atención es el porcentaje emocional, somos 80 por ciento emocionales.

Para poder responder a esta pregunta con base científica debemos acudir a la Psicofisiología o la Neurociencia.

El cerebro humano está compuesto por tres cerebros, el primer cerebro el reptiliano, es el más primitivo de todos, formado por el encéfalo y el cerebelo, su función sería la supervivencia de la especie humana.

El segundo cerebro es el llamado cerebro límbico, este es el cerebro relacionado con las emociones, que compartimos al igual que los animales.

Y por último, la neocorteza que es la sede del pensamiento sistemático y lógico.
Las neuronas racionales se encuentran además en el lóbulo frontal. Este cerebro es el que nos diferencia de los animales.

¿Por qué somos emocionales? 

El cerebro límbico es más antiguo en el tiempo,  su función es la supervivencia de la especie, no para ser felices.

Al ser anterior en el tiempo a la neocorteza, tenemos más número de neuronas que van desde lo emocional a lo racional. Luego somos seres emocionales.

En el libro "¿Por qué las cebras no tienen úlcera? se explica el funcionamiento del estrés de una forma divertida.

Las cebras disparan sus niveles de cortisol ante el estrés producido por la aparición de un león, pero cuando el león desaparece en escena, los niveles de cortisol disminuyen.

En el caso de las personas no ocurre lo mismo, la mayoría de las ocasiones, seguimos pensando que vivimos en la sabana y que si bajamos la guardia el león nos va a comer, por lo que los niveles de cortisol aumentan y permanecen altos durante mucho tiempo.

Como vemos nos resulta fácil vivir desde el miedo y en ocasiones se produce lo que llamamos el secuestro de la amígdala, como sabemos la amígdala es la hormona que se activa cuando tenemos miedo, con forma de corazón, se sitúa en el sistema límbico.

Cuando se activa la amígdala, los niveles de cortisol aumentan de manera exponencial, produciendo un cambio hormonal en los neurotransmisores, dopamina, serotonina y oxitocina, produciendo un caos a nivel emocional. El aumento crónico de los niveles de cortisol hace que tengamos menos memoria y disminuye el colágeno, por lo que produce un envejecimiento de la piel.

Cuando vienen las partes a mediación independientemente del ámbito en el que trabajemos, el secuestro de la amígdala suele estar presente en alguna de las partes, por eso a veces vemos dificultades para poder continuar con la mediación, ya que las emociones bloquean la posibilidad de pasar de la posición al interés, primero tendremos que facilitar la expresión controlada de las emociones, quizás por mediación  de un caucus, antes de poder pasar a la fase de búsqueda de alternativas o negociación.

Somos seres emocionales y nuestras decisiones se encuentran condicionadas por las mismas, ¿qué emociones queremos sentir?, ¿qué emociones queremos contagiar?


Recomiendo que veáis este programa de Yo Mono de Pablo Herreros para una mayor comprensión del cerebro y de las emociones: http://www.rtve.es/television/yo-mono/







sábado, 2 de junio de 2018

En busca de tus sueños!



Hay momentos en la vida en los que decidimos mirar hacia atrás, observamos y analizamos con detenimiento qué cosas hemos hecho y qué cosas podríamos hacer. Nos hacemos preguntas sobre si hemos conseguido la felicidad, si lo que hacemos nos acerca más aquellos sueños que algún día pensamos que nos gustaría conseguir o aquella persona que siempre hemos querido ser.

Quizás sea un momento de cambiar, pero cambiar siempre asusta, supone mover estructuras no sólo mentales, pasar a la acción, pasar a la acción es difícil pues requiere un gran trabajo y esfuerzo por nuestra parte.

Quizás tememos morir de éxito, muchas personas tienen miedo a que las cosas que les pasan sean positivas, por lo si lo bueno viene asociado posteriormente con acontecimientos negativos. Se plantean y si lo que estoy sintiendo ahora, esta felicidad no dura mucho tiempo, qué puede llegar a ocurrir. Por lo que el miedo al éxito les paraliza para poder seguir trabajando en búsqueda de sus sueños.

O por otra parte, nuestro mayor miedo sea el miedo al fracaso, a la que tememos que pueda llegar a pasar en negativo, el miedo a la desconocido, a la incertidumbre y por ello nos quedamos con fórmulas como "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer".

Ir en busca de nuestros sueños requiere salir de la zona de pánico y para ello Albert Bandura explica que hace falta una gran dosis de coraje, valentía e irracionalidad. Para él la gente razonable se adapta al mundo, mientras que los menos razonables son los que intentan cambiar el mundo. El poder reside en la autoeficacia.

Si tú crees que puedes conseguir el éxito en la vida y perseguir tus sueños lo conseguirás, a pesar de los obstáculos que te encuentres en el camino, a pesar de las veces que te caigas y tengas que levantarte. Porque encontrarás los mecanismos psicológicos para pensar en positivo y tener emociones positivas que te ayuden a dirigirte hacia delante. Pensar en positivo nos lleva a tener una conducta más proactiva a la hora de alcanzar nuestros sueños y el éxito que buscamos, consiguiendo que nos sintamos más felices.

Si por el contrario crees que no podrás, tus creencias limitantes y tus pensamientos negativos, te confirmarán que realmente no eres capaz. Tanto si piensas que puedes como que no podrás, a estas creencias se les llama "profecía autocumplida". 

Para Bandura, la autoeficacia se basa en las creencias de nuestras capacidades para conseguir todo aquello que queramos en la vida, por eso nuestras metas y nuestros sueños no pueden ser pequeños, deben de ser grandes, debemos pensar que nuestros límites son mentales y que podemos conseguir todo aquello que queramos en la vida. Porque estas creencia afectan a cómo pensamos, sentimos y actuamos.

Marisa Salanova nos explica que para fortalecer las creencias de autoeficacia debemos recodar experiencias de éxito del pasado, recordar aquello que hicimos bien y nos generó emociones positivas.

Por otro lado debemos de buscar personas a las que admiramos, que nos sirvan de modelo, qué podamos pensar que si ellos han sido capaces de conseguir el éxito y sus sueños nosotros también.

Debemos rodearnos de personas que sean importantes para nosotros para que nos proporcionen el apoyo suficiente para seguir adelante. Con palabras bonitas, con abrazos y sonrisas, con reconocimiento sobre lo que hacemos.

Por último, trabajaremos en nuestra inteligencia emocional, para generar emociones positivas, ya que la alegría, el entusiasmo, nos ayudan a ser más creativos y a encontrar soluciones a la mayoría de los conflictos que surgen con uno mismo o con los demás.

Si crees que necesitas un cambio, que no terminas de ser feliz, adelante es hora de perseguir tus sueños, introduce un toque de locura, busca lo que te apasiona y lucha por conseguir tus sueños, estarán más cerca de lo que piensas.

Gracias a Juan Pedro Sánchez por regalarme la Palanca del éxito, un libro que no puedes dejar de leer.


domingo, 13 de mayo de 2018

Vivir desde el miedo o vivir desde el amor


Muchas veces nos preguntamos cuál es el origen de los conflictos de familia o de pareja, ya que estos conflictos van siempre unidos a gran cantidad de emociones, muy difíciles de manejar.

Gerardo Romero en su libro Vivir desde el Amor explica en su último capítulo que diferencia entre vivir desde el miedo o vivir desde el amor.

Vivir desde miedo nos resulta mucho más fácil, temerosos e inseguros hacia la vida ponemos barreras a todo aquello que interpretamos que pueda desestabilizarnos emocionalmente .

Las personas que se mueven desde el miedo suelen actuar en ocasiones de forma agresiva, ante el miedo podemos intentar huir o atacar. Y si lo que se pone en juego es mi supervivencia, entonces atacamos. 

Es fácil desde el miedo juzgar a los demás, pensar que nadie nos entiende, que todo el mundo está equivocado o que los demás están en contra de todos nosotros.

Vivir desde el miedo, aleja del momento presente, genera actitudes y pensamientos negativos, pesimistas y de pasividad. En ocasiones creen que la vida es así y que no se puede hacer nada para cambiar, se genera un sentimiento de injusticia.

Por el contrario vivir desde el amor nos ayuda a ser conscientes de quienes somos y para qué estamos aquí. 

Las personas que viven desde el amor son personas que se aceptan y se aman a sí mismas, son personas generosas, que dan sin esperar nada a cambio, porque entienden este sentimiento de amar, como el amor que pones en todas las cosas, como la aceptación incondicional de los otros.

Vivir desde el amor supone vivir desde la humildad, tener consciencia plena, vivir desde el presente, en el aquí y en el ahora, disfrutando de todas y cada una de las cosas que hacemos y de todas y cada una de las personas que conocemos.

Vivir desde el amor nos permite pensar en positivo, abrirnos nuevas posibilidades ante la vida y generar creencias en torno a que no existe nada que sea imposible.

Pensar en positivo nos lleva a tener una actitud proactiva ante la vida, viviendo cada minuto y cada instante, disfrutando de todas y cada una de las personas que conocemos, permitiendo nuestras equivocaciones, aprendiendo de los errores.

Vivir desde el amor nos permite trabajar el agradecimiento por el hecho de existir y disfrutar de cada uno de los segundos de nuestra existencia y aprender a perdonar a los demás o incluso a nosotros mismos.

Vivir desde el miedo genera emociones negativas (tristeza, rabia, ira, desesperanza, tristeza, agresividad), vivir desde la amor genera emociones positivas (fortaleza, autoestima, alegría, felicidad).

Desde mediación familiar se vive desde el miedo, por eso es tan difícil muchas veces gestionar las emociones de las partes, tal vez podamos hacer que tomen consciencia de la existencia de otras formas de enfrentarse a las dificultades de la vida.

Educar a los niños desde el amor, enseñándoles habilidades de inteligencia emocional desde casa y en las aulas, nos ayudaría a reducir el número de conflictos interpersonales que tenemos con los demás.

Mi agradecimiento a Gerardo Romero por regalarme su libro.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Decálogo del buen mediador

En la mayoría de las formaciones que impartimos surge la pregunta de qué requisitos debe de tener un buen mediador, intentaremos exponer algunos aspectos.

1. El buen mediador es el que conecta con las emociones de los otros y lo hace conectando con lo que le dicta el corazón.
2. Utiliza los mensajes en Yo, como forma de expresar sus emociones y las emociones de los demás. Si el mensaje sale del corazón llega al corazón.
3. Trabaja mejor en equipo, por tanto es una persona sociable que busca siempre el contacto con los demás. Cree que todos sumamos y busca el trabajo colaborativo en todo momento. No es más que los demás, es sólo uno.
4. Practica la escucha activa, es paciente y tolerante, trabaja en el aquí y el ahora, en lo que ocurre y siente en cada momento.
5. Entiende que el perdón es fundamental, facilita que las partes entiendan la necesidad de perdonar y para ello demuestra ser un ejemplo constante para sí mismo, siendo autocompasivo y perdonando a los demás.
6. El mediador busca siempre el diálogo con los otros, el hablar en el lugar y clima adecuado para ello. Buscando el contacto directo, ya que entiende que la comunicación no verbal es necesaria para evitar malos entendidos.
7. El mediador cuida su estado anímico favoreciendo actitudes que le hagan sentir mejor con él mismo y con los otros. Siempre intenta llevarse bien con todo el mundo. Tiene una mente abierta.
8. El mediador tiene fe en las personas en su buena voluntad para resolver las situaciones.
9. El mediador se ríe de si mismo favoreciendo teniendo un pensamiento positivo y con sentido del humor para enfrentarse a los problemas.
10. El mediador ama la vida, es proactivo, ama la naturaleza y cree en las personas. Cree en la magia y los sueños, porque de ellos emerge la creatividad.

El mediador es corazón y flexibilidad.

viernes, 27 de abril de 2018

Es cuestión de género!


Es cuestión de género!

Por mi despacho pasan mujeres desde los 13 años hasta los 80.

Me dicen sorprendidas que las entiendo muy bien, que incluso tengo algo de maga o de bruja. 
Pero no es así, es que sus historias son iguales.

Son mujeres que no nunca se han querido, que no se valoran, que piensan que nadie las quiere ni las querrán, que se dan asco a sí mismas por no tener el cuerpo perfecto, la cara bonita o la estatura ideal.

Son mujeres que creen que no merecen vivir, que se castigan por ello, incluso con su propio cuerpo.

Y las historias son iguales, son historias de madres cuidadoras, de mujeres sumisas que no dicen nada para evitar situaciones violentas o de conflicto, que han aprendido que es mejor callar que aprender a discutir.

Son mujeres que se resignan en su día a día, que no se han permitido soñar, hacer aquello que siempre les hubiese gustado hacer, a decir aquello que pensaban o que sentían en un momento dado, porque el riesgo a no ser aceptado, a ser rechazado y quedarse sola pesaba demasiado.

Y renunciaron a soñar, renunciaron a vivir, renunciaron a pensar que en este mundo estaban para algo más que "tener que", "que debería", que un "no tengo derecho" o ese no es para mí "yo no he tenido suerte en la vida".

Y dedicaron su vida y la dedican al servicio de los demás, siempre pendientes de agradar, siendo la mujer perfecta, todo ordenado, todo impecable, el mejor vestido, la mejor madre, la mejor hija, la mejor esposa.

Y lloran y sienten a escondidas porque no quieren mostrar su dolor, sienten que es un signo de debilidad.

Cuando alguien las necesita ahí están, dejándose la piel, haciendo y llegando a todo o al menos eso parece ser.

No pueden caer enfermas porque si lo hacen sienten caer el peso de sus casas sobre sus pies.

Y siempre son las últimas, primero los padres, luego las parejas, los hijos y por último los nietos. Nunca se han quejado, siempre la mejor cara, el mejor plato sobre la mesa.

Siempre las mismas historias, tan aprendidas de generación en generación desde niñas, siendo algo tan cultural tan estructural que se asume que es lo que se espera de todas y cada una de nosotras.

Las mujeres son fuertes, son valientes, son poderosas, son grandes, tienen sueños, tienen derechos, buscan que se les acepte incondicionalmente como seres humanos.

Las mujeres sienten, se mueven por el corazón, tienen derecho a expresar lo que sienten, a decir lo que piensan, a que se les tenga en cuenta, a aceptar sus cuerpos, a no ser perfectas, a no hacer nada, a reír, a bailar, a llorar, a equivocarse, a caerse y a levantarse, a vestir como quieran, a ser ellas mismas, tienen derecho a EXISTIR, tienen derecho a SER, derecho a VIVIR.

Las mujeres no son princesas, no han venido a este mundo para sufrir, ni para dejarse dominar o maltratar.

Todas y cada una de nosotras estamos aquí para demostrar que somos grandes y deseamos compartir nuestra grandeza con los demás, desde el respeto a nosotras mismas y el amor a los demás.

Ojalá cambien las historias de las mujeres que pasan por mi despacho!

viernes, 20 de abril de 2018

Cuando tenemos diferente lenguaje


Como mediadores sabemos lo difícil que es comunicarse, hablamos nos escuchamos pero no siempre nos entendemos.

Y es que como personas somos muy diferentes y nos cueste mucho gestionar esas diferencias.

Cuando surgen conflictos con la pareja, los amigos, los compañeros de trabajo, nos preguntamos qué es lo que hace que sea tan difícil el entendimiento con el otro.

Y la respuesta es que no hablamos el mismo lenguaje, existen personas que hablan desde la razón, buscan la lógica de las cosas, les guste tener el control sobre lo que hacen, llevan un ritmo más despacio para adaptarse a los cambios, son de rutinas.

En cambio existen personas que hablan el lenguaje del corazón, son más emocionales, son más cambiantes en sus discursos porque dicen lo que están sintiendo en cada momento.

Las personas que hablan desde la razón pueden hacerlo porque son así y buscan esa seguridad y estabilidad en su vida, porque tienen miedo a los cambios, porque no quieren sentir porque sentir les hace daño.

Las personas que hablan desde el corazón lo hacen diciendo lo que sienten en cada momento, viviendo el aquí y el ahora, sin plantearse que ocurrirá, se entregan al sentir sin organizar ni planificar.

Nos cuesta mucho conciliar el lenguaje del corazón con el lenguaje de la razón, muchas veces entramos en conflicto con nosotros mismos porque nuestro corazón no se pone de acuerdo con la razón.

Entramos en conflicto con los demás a pesar de ser personas muy importantes para nosotros, si no somos capaces de respetar a las personas que hablan desde la razón y las personas que hablan desde el corazón, es cuestión de respetar y aceptar que el otro es diferente y que por tanto no puede ni debe pensar o sentir como yo.

Por tanto va a depender de la voluntariedad de las partes, el acercar posiciones para resolver los conflictos, aceptando que las diferencias nos gusten más o nos gusten menos existen.

Por tanto debemos aprender como mediadores a gestionar bien las emociones de los otros, e intentar acercar a las partes en función de sus necesidades desde el respeto y la tolerancia.

Si las personas nos importan debemos de hacer un esfuerzo para aceptar al otro aunque tengamos diferentes lenguajes, la diversidad nos enriquece.


martes, 17 de abril de 2018

El Síndrome del Corazón Roto


En la literatura tenemos diferentes referencias sobre el corazón, "nos duele el corazón", "se me ha roto el corazón", "me duele el alma". 

También en las canciones como la de Alejandro Sanz "El corazón partido", se hace referencia a este sentimiento.

Desde la Filosofía Sócrates explicaba que el cerebro estaba vacío y que el corazón es el recipiente del alma.

Luego no es casualidad que cuando sentimos dolor emocional, nos duela el corazón y nos duela el alma.

Desde la Medicina se conoce el Síndrome del Corazón Roto como aquel que lo produce un estrés físico o emocional fuerte producido por la pérdida de un ser querido o por gran una fuerte discusión, por ansiedad o por tristeza producida por una gran decepción. Ocurre en un 85% de los casos.

"Luego literalmente se nos puede romper el corazón"

EL Síndrome del Corazón Roto recibe el nombre de cardiomiopatía de Takotsubo, presentando los mismos síntomas que un ataque al corazón, dolor en el pecho, arritmias y dificultades para respirar.

Según los estudios científicos lo provoca un aumento de la adrenalina producido al aumentar el estrés, no afecta a las arterias, pero sí al músculo que lo debilita.

Este Síndrome es más común en mujeres debido a su alta sensibilidad y su capacidad para expresar emociones.

Una vez más nos damos cuenta de qué papel juegan las emociones en nuestras vidas y la importancia de saber gestionarlas.

Algo aparentemente insignificante puede causar un dolor emocional intenso, de ahí la necesidad de aprender a comunicar y a expresar mejor nuestras emociones.

Vemos como en ocasiones es difícil mediar en determinados conflictos de familia, ya que nos damos cuenta de la necesidad de poner sobre la mesa lo que las personas sienten, poner sobre la mesa el dolor es muy difícil de gestionar. Ya que vemos que ese dolor se manifiesta de múltiples formas rabia, miedo, ansiedad, tristeza.

Debemos continuar nuestro entrenamiento en gestión emocional y cuando comprendamos que estamos ante problemas graves como el Síndrome del Corazón Roto derivar a los especialistas en Salud.

El corazón tiene 40.000 neuronas emite información al cerebro, por eso debemos aprender a escuchar el corazón, ya que somos seres emocionales. El corazón tiene un cerebro propio que trabaja de forma autónoma.

Aprendamos a escuchar nuestro corazón!


lunes, 2 de abril de 2018

El perdón


¡Nos resulta muy difícil pedir perdón!

Quizás pensamos que es una muestra de debilidad, reconocer que a veces nos equivocamos, que no siempre tomamos buenas decisiones.

Pero la capacidad de perdonar es abrir nuestra mente y nuestro corazón.

Cuando trabajamos con familia nos damos cuenta que desde hace años todo se ha vuelto imperdonable, cualquier error cometido vuelve una y otra vez, de tal forma que tenemos mucho miedo al error, al fracaso, a no saber qué decir o qué hacer para no equivocarnos y no hacer daño a los otros.

Nos puedo el ego, el orgullo y el dolor que sentimos, aislándonos de todo el mundo. Sacamos conclusiones de los otros, los etiquetamos o los juzgamos, si no piensan como nosotros, si no sienten lo que sentimos, si no cumplen nuestras expectativas de lo que "debería de ser" y entonces aparece nuestra incapacidad para reconocer al otro, para escucharle abiertamente, para empatizar con él, ponerse en el lugar del otro. Y también para simpatizar, entendiendo por simpatía el preguntarse "¿cómo me sentiría yo si estuviese en su lugar?, "¿qué pensaría?, ¿si le digo esto cómo se sentirá?". Pero a veces, nos puede la frustración al sentir que las cosas no son como nos gustaría.

En familia es muy difícil comunicar, ser asertivo, pensar antes de hablar, para medir nuestras palabras, cómo decir lo que quiero decir pero sin negar ni desconsiderar los derechos de los demás. Cómo expresar lo que sentimos libremente sin generar dolor a los que nos escuchan. 

En familia la comunicación es complicada, va unida a un sinfín de emociones, pensando que somos racionales que todo lo sopesamos, que nos mueve la mente, pero nos pesa el corazón. Al final no expresamos bien lo que pensamos ni lo que sentimos dando lugar a una multitud inagotable de malos entendidos, que dificultan más si cabe los problemas de comunicación. Y sin comunicación efectiva, surgen los conflictos y las malas relaciones. 

Las relaciones de familia están basadas en el amor y el respeto a los otros, por lo que es fundamental aprender a pedir perdón.

El perdón nos hace libre, nos vuelve valiosos, es síntoma de madurez y de fortaleza, es reconocer al otro como ser humano, es aceptación incondicional, es entender que nos equivocamos, que nos siempre hacemos bien las cosas, que somos diferentes porque pensamos y sentimos diferentes, pero lo que nos une es el amor al otro.

Perdonar es ser flexible, ser flexible es emprender el camino hacia la felicidad.

El perdón lleva consigo la búsqueda de la felicidad, porque nos hace sentirnos libres.

El perdón conduce a la búsqueda de la humanidad, porque reconoce a los otros y conduce a emociones mucho más fuertes, como es la capacidad para amar.

Decía Indira Gandhi: "El perdón es una virtud del valiente".


jueves, 22 de marzo de 2018

El Buen Vivir o Allin Kawsay



Escucho a Ale Fayad mediadora del Ministerio de Justicia y Derecho Humanos del Perú hablar con una enorme maestría, en el Foro Internacional de Mediadores Profesionales, sobre  El Buen Vivir o Allin Kawsay concepto Andino-Amazónico que significa vivir bien o saber vivir, convivir, vivir en plenitud, aspirando al bienestar a nivel social, ambiental, material y emocional.

Para los hombres y mujeres de los Andes lo más importante son los ríos, las montañas, los animales, las estrellas, cualquier elemento de la naturaleza, ya que este principio recoge la necesidad de vivir bien en armonía con la naturaleza y la raza humana.

Para ellos el ser humano necesita reaprender a amar todos los elementos que forman parte de la naturaleza humana, ya que la madre tierra, para ellos Pachamama, es el origen de nuestra existencia. Aprender a amar la tierra es aprender a amar a la comunidad o sociedad en la que vivimos.

El Buen Vivir destaca una serie de principios como:

- priorizar la vida en comunidad:
 hace algunos años era bastante común tener las casas abiertas o con la llave puesta en la cerradura o en el coche. Se llevaban a cabo cenas en la calle, se jugaba en la misma y nos relacionábamos más con los vecinos y personas de los barrios, pueblos ciudades pequeñas.
Nos cuidábamos unos a otros, este es el principal objetivo.
En sociedades donde vamos en busca de la humanidad recordar de dónde venimos y dar el valor necesario a la comunidad es fundamental, ya que pensamos que somos seres individualista, pero nosotros siempre hemos formado parte de civilizaciones que han cooperadora para conseguir un mayor bienestar.

-Llegar a acuerdos en consenso:
si somos seres cooperativos, todos sumamos y somos capaces de manejar mayor número de propuestas y soluciones de las cosas que entendemos que se pueden mejorar, llegando a acuerdos que nos permitan ganar siempre.

-Respetar las diferencias:
 respetar que cada uno de nosotros somos seres únicos, que tenemos formas diferentes de sentir y de pensar. Necesitamos escuchar activamente al otro para poder empatizar con él, porque solo si el otro siente que sentimos igual que él es cuando se puede producir un cambio de conducta en el otro. La clave es el respeto, la tolerancia, por eso la necesidad de tomar contacto de nuevo con la madre tierra.

-Vivir en complementariedad: pensar que no estamos en este mundo para competir si no para complementarnos los unos a los otros, porque unos necesitamos de los otros al ser seres sociales por naturaleza.

-Saber comer, saber beber, saber danzar.

-Saber trabajar:
este concepto esta relacionado con lo que entendemos como felicidad en el trabajo con el placer de trabajar o entender el trabajo como una gran pasión.

-Saber comunicarse:
fundamental la buena comunicación en familia,  los valores morales y el diálogo como elemento fundamental del buen entendimiento y de la mejora de las relaciones con los demás.

-Respetar a la mujer:
porque la mujer representa a la madre naturaleza a la Pachamama.

-Vivir bien y no mejor:
vivir una vida sencilla en armonía con uno mismo y con los demás, sabiendo valorar las cosas más importantes de la misma.

-Escuchar a los mayores:
retomar el respeto a las personas que nos han dado la vida y tanto nos enseñan.

Estos principios nos conducen al auténtico concepto de Felicidad entendido como el vivir en paz y armonía con uno mismo. Sólo de ese modo podremos estar bien con los demás.

Si vamos en busca de la humanidad debemos estar bien con nosotros mismos y con el universo que nos rodea.






martes, 20 de marzo de 2018

Cuando decides vivir!


Existen dos tipos de personas aquellas que deciden vivir y las que deciden sobrevivir!

Es mucho más fácil sobrevivir, permanecer en nuestra zona de confort, no asumir riesgos, racionalizar los hechos, planificar y controlar lo que hacemos y cómo lo hacemos. Es mucho más fácil disociarse de las emociones y asumir que somos seres racionales, es decir que tomamos decisiones en función del córtex cerebral. Porque desde esta posición nos sentimos más cómodos, nos autoengañamos pensando que somos felices o que hacemos felices a los demás. Y ese autoengaño viene determinado por la necesidad de darle la espalda a las emociones, quizás porque nadie nos ha enseñado a sentir.

Las personas que deciden vivir entran en conexión con sus emociones, disociando la razón, porque el corazón no entiende de razones. Porque no se puede sentir, dejar de sentir y olvidar, ni siquiera aceptar qué se siente.

El corazón es un músculo que siente, qué tiene sus neuronas por esta razón hablamos de "me duele el corazón", "mi corazón se siente feliz".

Las personas que deciden vivir son personas que arriesgan, que se exponen, que son coherentes con lo que sienten y con quién lo sienten.

Pero sentirse vivo, vivir tiene un precio, no siempre las cosas pasan como a nosotros nos gustarían.

Es difícil sentirse vivo, "es nacer a cada instante" como decía Erich Fromm, es permitirse llorar, reír o soñar.

Es disfrutar de cada momento de tu vida como si fuera el último, es pensar que el mañana es hoy, es aprovechar todas y cada una de las posibilidades que te ofrece la vida.

Vivir es dejarse sorprender, es incertidumbre, es caos, es apreciar la puesta de sol, el canto de los pájaros, es sentir el mar bajo tus pies.

Es abrir tus sentidos para percibir, oler, tocar, saborear cada instante, cada momento.

Vivir es tomar conciencia de nuestras emociones y ser coherente con las mismas, saber qué no es fácil, que la tristeza y el dolor son emociones necesarias, para nuestro propio crecimiento personal, para sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.

Vivir es abrir el corazón al sentimiento, es dejar de engañarse, es ser feliz con lo que eres, es no conformarse con estar sino con ser.

Existe un momento en la vida en el que miramos atrás muchos de nosotros, ¿qué te gustaría recordar?, ¿cómo te gustaría que te recordasen?  Como aquella persona que deberías ser, la que esperas que sean los demás o quieres decirte con el tiempo que decidiste el sentimiento de estar vivo.

Yo hace mucho tiempo que decidí vivir, ¿qué decides tú?

En la vida nos recordarán por cómo hemos hecho sentir a los demás, Maya Angelou.

domingo, 25 de febrero de 2018

¡Alegría!


¡Nuestro cerebro está hecho para la supervivencia, no está hecho para ser feliz!

De nuestras emociones ira, miedo, tristeza, asco y alegría, sólo la última es positiva, esta es la razón por la que en la mayoría de las ocasiones acabamos pensando que somos pesimistas y tenemos mayor tendencia a pensar en negativo que en positivo. Alrededor de 300 pensamientos que realizamos hacia nosotros mismos son negativos.

Tenemos muchas dificultades para mantener un buen estado de ánimo y adaptarnos a los cambios con una buena actitud.

En una sociedad que vive deprisa y en continuo cambio es difícil mantener la alegría, nos dejamos contagiar por las emociones de los otros, que en muchas ocasiones son negativas.

Algunas personas tienen una actitud más pesimista ante la vida y es difícil convivir con ellas, ya que es fácil que sus emociones y su actitud terminen por influir en las nuestras.

Rodéate siempre de personas que te llenen de energía, de personas que te hagan sentir bien.

En la última entrevista realizada por Pablo Herreros en Yo Mono a Giacomo Rizzolatti descubridor de las neuronas espejo, este último decía: "tu risa determina la mía", la actitud de los demás, su comportamiento, sus emociones determinan las nuestras.

Sabemos que las personas felices se relacionan mejor con los demás. De ahí la necesidad de entrenar nuestro cerebro para que trabaje la alegría.

Podríamos definir la felicidad como la suma de pequeños momentos de alegría.

El vínculo afectivo y la autoestima son elementos claves para cultivar nuestra alegría.

Abrazos, besos, caricias aumentan la oxitocina que actúa como neurotransmisor generando confianza, altruismo, generosidad, afianzando vínculos, mejorando la crianza y cuidado por los demás, la empatía y la compasión.

La oxitocina nos ayuda en el reconocimiento de las emociones del otro, luego no es casualidad que "tu risa determine la mía".

La alegría mejora nuestra capacidad de relacionarnos con los demás, es fundamental en las relaciones sociales y en los grupos. En todas las relaciones humanas existe la oxitocina.

La principal función de la alegría es asegurar la existencia de la especie humana, nos ayuda a ser más activos, más creativos y a crear vínculos con los demás.

Canta, baila, ríe, besa y abraza todo lo que puedas.

¿Es la alegría la clave para encontrar la humanidad?


miércoles, 14 de febrero de 2018

El amor no duele!



Quién bien te quiere te hará sufrir!
Cuántas veces hemos escuchado comentarios como éste! Tantas y tantas veces a lo largo de los años que hemos llegado a pensar que es una realidad!
Pero el amor no duele y si duele entonces no es amor!
El dolor y el sufrimiento se produce cuando las relaciones de pareja son patológicas basadas en la dependencia emocional del otro.
Dependemos emocionalmente del otro, cuando no sentimos amor por nosotros mismos, olvidando nuestro ser. Nos convertimos en lo que creemos que deberíamos ser y siempre nos movemos bajo el miedo a que nadie nos ame, a quedarnos solos, a ser rechazados. Entonces somos capaces de soportar todo el dolor, e incluso todo tipo de humillaciones.
Nos convertimos en víctimas de violencia de los otros.
Sin nuestro respeto no puede existir el respeto de los demás, los límites los ponemos nosotros, la capacidad de decir que no nos hace más fuertes, nuestro cariño nos hace más grandes, nuestro perdón nos hace más valientes.
El amor de pareja es aquel que respeta a la persona como ser humano, que desea su felicidad sin renunciar a nada, aquel que te permite volar sin cortarte las alas, aquel te acompaña en tus sueños.
El amor sano se nutre de las sonrisas del otro, no de la tristeza, de la frustración o de dolor.
No permitamos que el amor duela, no dejemos que nos digan qué es normal, que tenemos lo que nos merecemos, que algo habremos hecho para que los demás nos maltraten.

 Soy un ser humano, que siente, que tiene derechos, soy libre de decidir cómo quiero vivir a pesar de mis errores y si me equivoco me levantaré todas las veces que sea necesario.

Si el amor duele me quedo con el amor que yo me doy a mí misma.

domingo, 11 de febrero de 2018

Tenemos diferentes planos!


Tenemos sin duda planos diferentes!

La mayoría de los conflictos que surgen con los demás ocurren cuando no estamos en el mismo plano.

Entender el funcionamiento de nuestra mente nos ayuda a aproximarnos a la comprensión de la mayoría de los conflictos surgidos de las relaciones humanas, sobre todo en familia y en pareja.

El plano es el lugar en el que yo me encuentro, si mi plano es emocional, me dejo llevar y atrapar por las emociones que siento y actúe desde ellas, afán de venganza, deseo de posesión, amor.

Si el plano está a nivel de razón y de pensamiento, actuamos desde la comprensión de las situaciones, desde la interpretación particular que cada uno de nosotros realizamos sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea. Actuamos desde la fantasía, de lo que yo creo que debería de ser, por tanto de lo que espero que sea y de como espero que actúe el otro o de cómo he soñado en mi imaginación la pareja perfecta, el amante perfecto, mi familia ideal.

Entramos en conflicto directo con nosotros mismos en muchas ocasiones, Freud explicaba su teoría de la Personalidad, en función del Yo, Ello y Superyo. El ello son las pulsiones instintivas del ser humano, el superyo sería la conciencia, aquellas normas sociales y morales que impiden al Ello seguir sus pulsiones, entre ellos se encuentra el Yo tratando de buscar el equilibrio homeostático.

La teoría transaccional de Berne también explica desde el Humanismo cómo se producen los conflictos internos, para él mantenemos conversaciones con el Padre, el Yo y el Niño, el Padre es el que protege, el moralista, el que castiga. El niño es el que quiere dejarse llevar, hacer todo lo que quiere y no dar cuentas a nadie. Y el yo se convierte en mediador, se encarga de facilitar el diálogo entre las partes, para lo que dice el Padre no se aleje de lo que quiere el niño.

Y la Teoría de la Personalidad del Self expone como nuestra forma de ser está relacionada con lo que somos y lo que nos gustaría ser, dejando atrás lo que debería de ser.

Por lo que siendo tan complicado nuestro funcionamiento interior, podemos darnos cuenta de las dificultades para relacionarnos con los demás cuando no estamos en el mismo plano.

Los conflictos surgen al pensar que los demás tienen mis mismas creencias, esperar que nuestras expectativas se cumplan, que estemos siempre en el mismo plano, el emocional, el irreal o el de nuestros pensamientos.

Los problemas de comunicación se producen por falta de entendimiento, es que saber en qué plano estamos es algo complicado.

sábado, 27 de enero de 2018

El postureo


Vivimos pendientes de las nuevas tecnologías, imposible plantearse un día sin acceso a internet.
Nuestra preocupación mostrar la mejor imagen de nosotros mismos, generando una necesidad de sólo expresar o subir a la red, las imágenes y momentos más felices o bonitos que tenemos.
El postureo genera una sensación de aparentar que nos permite ser aquella persona ideal a la que aspiramos.
Subimos imágenes de viajes, platos suculentos, fotos sonriendo, con amigos, rodeados de gente, sin ningún tipo de preocupación.
El postureo nos proporciona seguridad, ser quien nos gustaría ser y dar una imagen de perfección cuando nos sentimos personas con poca autoestima.
Nos encantan los like tanto que generamos una personalidad narcisista que alimenta nuestro ego o sube nuestra autoestima.
Necesitamos decir al mundo que somos felices y que nuestra vida es maravillosa, quizás para no sentirnos tan solos, para dar sentido a nuestra existencia o para ser el centro de atención.
La necesidad de aparentar, de búsqueda de perfección, salir de la rutina, nos permite cambiar nuestra realidad, colocando aquellos filtros relacionados con nuestro estado de ánimo.
Dependientes siempre de la admiración y comentarios de los demás, entrando en conflicto, cuando no nos dicen aquello que queremos oír, o no hay suficientes me gusta.
En esta era tecnológica internet nos proporciona un medio para mostrar siempre la mejor de nuestras caras, de las miles de caras que tenemos para ir adaptando la realidad a nuestro día a día.
Postureo que durante un tiempo nos coloca en el centro del mundo, soñando que somos lo que nos gustaría ser.
Damos la imagen que creemos puede llegar a ser más atractiva para los demás renunciando a nuestro propio yo. Pensando que a sí perdemos nuestra verdadera esencia, el valor que nos damos a nosotros mismos.

Creemos que si los demás nos valoran es porque debemos ser dignos de ellos, quedando atrapados en la espiral de aparentar.

lunes, 15 de enero de 2018

Por qué hablamos de mediación


Durante la semana europea de la mediación surge un movimiento en las redes sociales con el objeto de divulgar la cultura de la mediación en todos y cada uno de los ámbitos en los que es aplicable.

Sabemos que la mediación es un procedimiento de resolución de conflictos en el que un tercero, neutral e imparcial, facilita el proceso de toma de decisiones de las personas que no son capaces de llegar a acuerdos dado el nivel de conflictividad existente en su relación.

Pero también sabemos que la mediación es algo más que crear un espacio o facilitar un diálogo entre dos o más personas.

Es un modo de vida, es una transformación del mundo tal cuál lo entendemos ahora.

En pleno siglo XXI necesitamos ser agentes del cambio, no podemos seguir pensando de la misma forma, no podemos seguir legitimando el uso de la violencia en ningún caso.

No podemos utilizar las redes sociales para realizar críticas destructivas o amenazar a todas aquellas personas que no piensen como nosotros.

Necesitamos humanizar las redes sociales, generar nuevas relaciones internacionales basadas en el diálogo, en la tolerancia y en el respeto hacia la diversidad. Todos somos humanos!

La mediación es una herramienta de transformación social, porque busca una justicia más allá de los tribunales, su justicia es social. Devuelve a las personas la capacidad de resolver sus propios conflictos.

La mediación es cultura de paz, es cultura colaborativa, es la cultura de sumar, juntos somos más fuertes.

Nos devuelve a los valores éticos y morales necesarios para liderar un país, una empresa, una familia.

La mediación es innovación al introducir la gestión de las emociones, nos permite ser consciente de la importancia de las mismas, de las dificultades que tenemos para poder expresarlas, de cómo nos afectan a nosotros mismos y en relación con los demás.

Debemos de ser emocionalmente responsables!

Mediación es equivalente a búsqueda de la felicidad, al ser capaz de gestionar mis emociones y las de los otros, desde una comunicación efectiva y unas relaciones satisfactorias, es la búsqueda del éxito entendiendo realmente qué pasos debemos dar para llegar al mismo, es la búsqueda de la humanidad trabajando desde la inteligencia colaborativa y desde la cultura de la paz.

Mediar es proporcionar el camino para que desde el bienestar personal se trabaje para y por un mundo mejor, la mediación nos proporciona las bases para seguir soñando.