domingo, 23 de julio de 2017

Haz las cosas con pasión!

 

Existen determinadas profesiones  que son creadas desde el corazón, profesiones vocacionales, motivadas por ayudar a los demás a sentirse bien.

Existen profesiones que no están diseñadas para todo el mundo, que son realizadas por personas con un gran corazón.

No todo el mundo puede ser mediador! Hemos escuchado esta frase en muchas ocasiones, se habla del talante mediador.

Todo el mundo puede formarse en mediación, pero no todos podrán ser mediadores.
Porque la mediación es entender cómo surgen los conflictos, es creer en una cultura diferente de diálogo pacífico y de entendimiento.

El mediador carece de protagonismo, es humilde y de gran corazón.

Cada vez más observamos la gran oferta formativa y como otros profesionales, intentan hacer ver qué mediar es una cosa u otra, con el ánimo de seguir vendiendo cursos, talleres y seminarios.

Cada vez son más las personas que creen que la mediación no existe, qué es utopía y que no se puede vivir de esto.

Nadie nos dijo que mediar fuera fácil, nadie dijo que era una profesión de la que uno se hiciese rico.

La mediación enriquece el alma, esa  es su verdadera riqueza!

Como profesionales de la misma buscamos el reconocimiento a la misma desde la excelencia y atendiendo a nuestras necesidades básicas, como cualquier otra profesión.

Pero mediación sólo hay una, la única, desde el principio, la que nace con el deseo de cambiar el mundo, de hablar para entenderse, de generar una cultura de paz frente a la violencia.

La mediación es más que una herramienta de resolución de problemas, es una filosofía de vida.

Sólo se puede ser mediador con pasión, porque los intereses de los demás son más importantes que nuestros propios intereses.

Cuántas veces estudiamos asignaturas, carreras o cursos porque es una moda, porque nos abrirán más puertas, porque ganaremos más económicamente.

La mediación no es una moda, moda en estadística es lo que más se lleva, y la mediación no se lleva, porque damos más importancia a la violencia y al enfrentamiento, que al diálogo y la búsqueda de la humanidad.

No todos podemos ser mediadores, porque el mediador está hecho de corazón, de alma y de humidad!

Carecemos de valores que forman parte de nuestra esencia como profesionales, la mediación ni se vende ni se compra, es un regalo para el que la realiza y para los que la reciben. Recibiendo los honorarios adecuados de acuerdo a su código ético de actuación.

Todos tendremos formación en mediación, pero no todos seremos mediadores!