viernes, 9 de junio de 2017

Cuando la inteligencia artificial es sinónimo de inteligencia emocional



Cada día conocemos más herramientas tecnológicas que nos acercan a las personas a través de la telefonía móvil, que nos ayudan a conocer datos sobre conductas saludables, o disponemos de nuevas herramientas para trabajar en educación, turismo, sanidad.

Estamos más cerca de conocer y encontrar fórmulas de prevención y tratamiento de enfermedades crónicas y degenerativas.

Poder enviar mensajes con un sabor determinado sabor u olor, o ser capaz de abrazar a través del dispositivo móvil a otra persona, nos acerca a lo humano o nos aleja de ello.

Estas tecnologías nos ayudan a comunicarnos más o nos alejan y nos generan un gran sentimiento de soledad.

Estamos más cerca de entender el funcionamiento del cerebro humano, pero seguimos muy lejos de saber qué nos hace ser felices.

Sin  duda que estamos avanzando en la dirección de poder manejar más cantidad de información y acceder rápidamente al conocimiento, estamos generando redes de comunicación a nivel internacional y estamos generando pequeños cambios en las actitudes de las personas con efecto dominó en todo el mundo.

Pero tenemos muchas respuestas por contestar, vamos a generar redes de comunicación en todo el mundo más humanas, pero lo hacemos desde la distancia y con ausencia de contacto físico real.

Queremos que los demás sientan lo que yo siento, sin poder estar en presencia de los otros.

Las nuevas profesiones son aquellas derivadas de la ingeniería, del diseño, de las nuevas tecnologías. Pero las actitudes que se van a requerir están basadas en la inteligencia emocional, en la inteligencia colaborativa.

Somos seres emocionales y sociales, necesitamos de nosotros mismos y de los otros para emocionarnos y emocionar, necesitamos construir desde lo que nos genera movimiento, desde la energía que generan nuestras emociones. Necesitamos emocionar y emocionarnos, para generar una red hacia la humanización.

Emocionarse es humano, las emociones influyen en nuestras decisiones y en los comportamientos de los demás.

Las emociones generan cambios, crean innovación.

Soñar, la capacidad de imaginar, de crear desde las emociones es algo que nos hace diferentes, ahora buscamos fórmulas que nos permiten compartir nuestras ilusiones y que se conviertan en ilusiones compartidas.

Si la creatividad es la inteligencia divirtiéndose, la innovación son las emociones que nos dan energía.

La inteligencia artificial es sinónimo de inteligencia emocional!



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