martes, 30 de agosto de 2016

Un puente entre emociones


Muchas veces pensamos en qué nos diferenciamos de los animales.

Nos parecemos en que somos seres emocionales, nuestra diferencia nuestra complejidad neuronal y nuestras cogniciones.

Pero somos seres emocionales, ya que nuestro cerebro se creo para la supervivencia de la especie humana, siempre en alerta por tanto.

Cuando mediamos nos convertimos en un puente entre emociones.

El conflicto es inherente al ser humano como también lo es la emocionalidad, luego no hay conflicto sin emociones, no podemos prescindir de ellas y de nuestro funcionamiento cerebral.

Hablamos de la activación de estructuras cerebrales cuyo objetivo es la supervivencia, por tanto nuestro sistema límbico nos avisará y actuará en función de nuestra interpretación de la realidad.

Mediamos con emociones y con diversas y complejas interpretaciones de la realidad, dejar las emociones al lado, nos convierte en meros negociadores, pero no en auténticos mediadores que faciltan la comprensión y entendimiento en este caos emocional.

Nuestros mayores enemigos, nuestros miedos, aquello que tememos realmente que pueda ocurrir, la incertidumbre, la ausencia de control sobre las personas y sobre las cosas.

El caos viene de la incertidumbre, del temor al cambio, a lo desconocido, a salir de la zona de confort, a iniciar algo nuevo.

El caos y la incertidumbre contribuyen a que nuestro cerebro actúe ya que nos aleja de la supervivencia.
El control sobre las cosas y sobre las personas, nos genera la suficiente tranquilidad como para que nuestro cerebro interprete que no estamos en peligro de extinción.

Pero la vida es caos y los conflictos con los otros nos llevan irremediablemente a la incertidumbre, y la incertidumbre al miedo y el miedo a la violencia y a la agresividad.

A veces pensamos que como actuamos violentamente somos seres violentos, pero no lo somos, actuamos por miedo y para sobrevivir como especie debemos mostrar que sólo siendo fuertes, siendo agresivos y mostrando nuestro dominio y fuerza podremos sobrevivir.

¿Y no actuamos así cuando nos sentimos amenazados por los otros?

Luego es tarea del mediador, la gestión del caos y de la incertidumbre.

Es tarea del mediador la gestión de las múltiples emociones que uno pueda sentir en función de sus pensamientos, no para cambiarlos, si no para favorecer su descubrimiento y la comprensión de los otros.

Luego la mejor definición de un mediador debe ser "un puente entre emociones".


" Todos los caminos nos llevan a un lugar, pero no todos nos conducen a la paz"